El club de rugby impulsa una iniciativa dentro de los presupuestos participativos del Ayuntamiento de A Coruña, y mantiene opciones de ganar en facebook un patrocinio de seis mil euros para las escuelas.

Morir no es una opción. No para el Club de Rugby Arquitectura Técnica (CRAT), y menos en el año que cumple cuarenta. Así que toca reinventarse. Mientras en el aspecto deportivo la vida le ha ido sonriendo en los últimos tiempos, en el plano institucional la Junta Directiva, recién renovada, se ha remangado y se ha puesto a trabajar duro para conseguir nuevas fuentes de ingresos. Algunas de ellas, ciertamente innovadoras.
Cumplir cuarenta años es algo que merece la pena celebrar. El CRAT lo hace orgulloso de su pasado, feliz con su presente y muy esperanzado en su futuro. El club azul y negro escucha con respeto y emoción a sus pioneros recordando los inicios, cuando el campo de entrenamiento era la rotonda del Castillo de San Antón, cuando solo se sustituía a un jugador cuando ambos equipos estaban de acuerdo en que no podía seguir por lesión y cuando el valor de la camiseta se medía en los estirones y
desgarros que eran capaces de aguantar sus remiendos.

En los últimos años el club ha alcanzado cotas deportivas insospechadas. Con el primer equipo consolidado en la División de Honor B y esperanzas de crecer a medio plazo, las alegrías han llegado por la parte femenina. En 2015 el CRAT Universidade da Coruña ─el 2 de mayo─ hacía historia convirtiéndose en el primer club de rugby gallego en ganar una competición oficial en España, la División de Honor. Fue una temporada increíble en la que las coruñesas superaron las importantes bajas de Helen
Roca, Berta García y Rocío García.

El año 2016 exigió sacrificios, pero trajo recompensas. Valió la pena pasar una temporada de penurias para celebrar la clasificación para los Juegos de Río de Vanessa Rial, Paula Medín y la ya mencionada Berta García. En un nuevo guiño con la historia, el próximo 6 de agosto el Deodoro Stadium acogerá el primer partido olímpico de rugby de la era moderna ─un España‐Francia de Seven─, y en él estarán presentes tres deporistas que llevan el CRAT grabado a fuego en sus corazones.

Mientras todo eso sucede, la directiva del CRAT pelea por su futuro, que es en realidad el futuro de un grupo de niñas y niños que se merecen cualquier esfuerzo que se haga. En la pasada primavera hubo un cambio profundo en el club. A la experiencia de trabajadores infatigables como Lupe Llamosas, Jesús Collar, Humberto Ramírez, Pablo de Pablos, Luis Vallines, Alberto Torreiro o Nacho Lobón se sumó un grupo cuyo denominador común es, más allá de la afición por el rugby, su condición de padres de jugadores de las escuelas. Bajo la presidencia de Pedro López‐Sors, en el equipo figuran, entre otros, Alfonso Freire, Juan Santos,
Elena Roca, Quique Gómez, Luis Bejerano y Jorge Fraguela.

Como dice el soniquete del verano, tampoco piden tanto. Aspiran a tener un campo digno en el que poder entrenarse sin restricciones. El año pasado las categorías de base ─sub 10, sub 12, sub 14, sub 16 y juveniles─ compartían el mismo recinto dos días por semana. Trabajar en un cuadrado de 25×30 metros pasa factura en la competición. Con solucionar ese problema y disponer de algún dinero para ayudar a pagar las licencias ─que se han disparado por las exigencias de los seguros─ y los
desplazamientos se conforman.

Y han puesto la imaginación a trabajar. Desde hace unos días, y hasta el próximo 15, el CRAT compite en facebook por llevarse un concurso promovido por la empresa de ascensores Citylift. El premio para la entidad más apoyada es un patrocinio durante una temporada por importe de 6.000 euros para las categorías de promoción. Para apoyar a CRAT no hay más que votar en la red social.

Otro frente que mantiene abierto el club es su presencia en los presupuestos participativos del Ayuntamiento de A Coruña, en donde la entidad ha propuesto que se cambie el césped artificial del campo grande de La Torre por otro que sea compatible con el rugby y que permita compartirlo con la práctica de otros deportes, como el propio fútbol.

Son desafíos que se ha planteado el club y para los que está encontrando el apoyo de toda su masa de socios y simpatizantes, pero que necesitan un impulso para hacerse realidad. El objetivo es que A Coruña siga teniendo su club de rugby y que las promesas del balón oval no se vean obligadas a salir de la ciudad para sobrevivir, creciendo en sus valores y disfrutando de
una verdadera escuela de vida.

ENLACES
Citylift:

 http://premium.easypromosapp.com/voteme/306221/623303580

A porta aberta:

https://aportaaberta.coruna.es/participatory_budget/investment_projects/242

Os agradecemos la difusión y estamos a vuestra disposición.

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